SALMOS Capítulo 92
- Home
- -
- biblia
ANTIGO TESTAMENTO
- GENESIS
- EXODO
- LEVITICO
- NUMEROS
- DEUTERONOMIO
- JOSUE
- JUECES
- PRIMER LIBRO DE SAMUEL
- SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL
- PRIMER LIBRO DE LOS REYES
- SEGUNDO LIBRO DE LOS REYES
- ISAIAS
- JEREMIAS
- EZEQUIEL
- OSEAS
- JOEL
- AMOS
- ABDIAS
- JONAS
- MIQUEAS
- NAHUM
- HABACUC
- SOFONIAS
- AGEO
- ZACARIAS
- MALAQUIAS
- SALMOS
- JOB
- PROVERBIOS
- RUT
- CANTAR DE LOS CANTARES
- ECLESIASTES
- LAMENTACIONES
- ESTER
- DANIEL
- PRIMER LIBRO DE LAS CRONICAS
- SEGUNDO LIBRO DE LAS CRONICAS
- ESDRAS
- NEHEMIAS
- ESTER SUPLEMENTOS GRIEGOS
- JUDIT
- TOBIAS
- PRIMER LIBRO DE LOS MACABEOS
- SEGUNDO LIBRO DE LOS MACABEOS
- SABIDURIA
- ECLESIASTICO
- BARUC
- CARTA DE JEREMIAS
- DANIEL SUPLEMENTOS GRIEGOS
NOVO TESTAMENTO
- EVANGELIO SEGUN SAN MATEO
- EVANGELIO SEGUN SAN MARCOS
- EVANGELIO SEGUN SAN LUCAS
- EVANGELIO SEGUN SAN JUAN
- HECHOS DE LOS APOSTOLES
- CARTA A LOS ROMANOS
- PRIMERA CARTA A LOS CORINTIOS
- SEGUNDA CARTA A LOS CORINTIOS
- CARTA A LOS GALATAS
- CARTA A LOS EFESIOS
- CARTA A LOS FILIPENSES
- CARTA A LOS COLOSENSES
- PRIMERA CARTA A LOS TESALONICENSES
- SEGUNDA CARTA A LOS TESALONICENSES
- PRIMERA CARTA A TIMOTEO
- SEGUNDA CARTA A TIMOTEO
- CARTA A TITO
- CARTA A FILEMON
- CARTA A LOS HEBREOS
- CARTA DE SANTIAGO
- PRIMERA CARTA DE SAN PEDRO
- SEGUNDA CARTA DE SAN PEDRO
- PRIMERA CARTA DE SAN JUAN
- SEGUNDA CARTA DE SAN JUAN
- TERCERA CARTA DE SAN JUAN
- CARTA DE SAN JUDAS
- APOCALIPSIS
1 Salmo. Canto. Para el día sábado.
2 Es bueno dar gracias al Señor,
y cantar, Dios Altísimo, a tu Nombre;
3 proclamar tu amor de madrugada,
y tu fidelidad en las vigilias de la noche,
4 con el arpa de diez cuerdas y la lira,
con música de cítara.
5 Tú me alegras, Señor, con tus acciones,
cantaré jubiloso por la obra de tus manos.
6 ¡Qué grandes son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!
7 El hombre insensato no conoce
y el necio no entiende estas cosas.
8 Si los impíos crecen como la hierba
y florecen los que hacen el mal,
es para ser destruidos eternamente:
9 tú, en cambio, eres el Excelso para siempre.
10 Mira, Señor, cómo perecen tus enemigos
y se dispersan los que hacen el mal.
11 Pero a mí me das la fuerza de un toro salvaje
y me unges con óleo purísimo.
12 Mis ojos han desafiado a mis calumniadores,
mis oídos han escuchado la derrota de los malvados.
13 El justo florecerá como la palmera,
crecerá como los cedros del Líbano:
14 trasplantado en la Casa del Señor,
florecerá en los atrios de nuestro Dios.
15 En la vejez seguirá dando frutos,
se mantendrá fresco y frondoso,
16 para proclamar qué justo es el Señor,
mi Roca, en quien no existe la maldad.
Copyright © Libreria Editrice Vaticana